Esta es la entradilla que se podía leer en Meneame hoy enlazando a una noticia de La voz de Galicia.

La regeneración de las antiguas canteras, minas o espacios afectados por las grandes infraestructuras evitaría la liberación a la atmósfera de todo el dióxido de carbono que se emite en Galicia. ¿Cómo? Mediante la cubierta de los espacios degradados con suelo creado a partir de residuos, que presenta una gran capacidad para estabilizar la materia orgánica que retiene el carbono en la tierra. Son los llamados tecnosoles, una tecnología ya conocida pero que ha perfeccionado el equipo de Edafología de la Universidade de Santiago (…)

Ya he comentado por aqui en alguna ocasión la opinión que me merecen estos “eco-inventos” pero en el caso de esta entradilla es especialmente llamativo: basta con cambiar una palabra para dejar en evidencia lo ridículo del asunto, y sin que el “descubrimiento” carezca de sentido.
Podría quedar algo asi:

La regeneración de las antiguas canteras, minas o espacios afectados por las grandes infraestructuras evitaría la liberación a la atmósfera de todo el dióxido de carbono que se emite en Galicia. ¿Cómo? Mediante la cubierta de los espacios degradados con suelo creado a partir de residuos, que presenta una gran capacidad para estabilizar la materia orgánica que retiene el carbono en la tierra. Son los llamados “árboles”, una tecnología ya conocida pero que ha perfeccionado el equipo de Edafología de la Universidade de Santiago (…)

Para colmo, lo de llamar “tecnosoles” a los “arboles” le dá un toque como muy tecnologicamente moderno, si es de lo que se trata.